El fútbol es practicado por más de 270 millones de personas, por lo que a nadie le extraña que siga considerado de todos los deportes el más popular y merezca el título de deporte rey. Sus orígenes se remontan a la Edad Media y se localiza en las Islas Británicas y alrededores. Fue en el siglo XVII cuando las diferentes reglas que competían entre sí se unificaron dando lugar al fútbol Americano, Rugby, fútbol australiano y al fútbol europeo tal y como los conocemos en la actualidad. En cuanto al fútbol, en España podemos decir que fueron los inmigrantes británicos los que trajeron este deporte, en lugares como las minas de Rio Tinto en Huelva, en Jerez, y en Vigo, y fueron los que disputaron por primera vez un partido a futbol alrededor de 1870. Es el tercer deporte en relación al número de practicantes habituales, por detrás del running y de la natación. En cuanto al fútbol profesional, nada más y nada menos que el 75 % de los españoles ha comprado alguna vez una entrada para ver un partido. El 65 % de la población nacional dice sentirse atraído por este deporte, considerándose a sí mismo un aficionado y con especial predilección hacia un equipo en concreto.
El fútbol es, como ya hemos comentado, de todos los deportes el más popular, y esto tiene varios motivos. El primero de todos es que es uno de esos deportes que necesita de muy pocos medios para ser practicado, es un juego divertido que enseña valores de equipo, por lo que es ideal para practicarlo desde la infancia, y si algo se practica con ilusión y diversión desde la niñez, quedará para siempre dentro de cada uno de ellos. Por otra parte, en sus inicios, fue un deporte practicado por las clases sociales más bajas, un deporte de la calle, por lo que rápidamente se extendió, de barrio en barrio y de ciudad en ciudad, como un juego posible de practicar en cualquier lugar, sin medios ni instalaciones, al alcance de todos. En la actualidad, la repercusión mediática que posee es espectacular, por lo que, aunque no lo hayas practicado de pequeño, en los barrios, colegios e incluso en la empresa, donde también se hacían equipos no hace demasiado tiempo, la televisión, la radio, la prensa escrita y más recientemente internet, te ofrecerán suficiente información como para que sientas interés por, al menos, los grandes encuentros internacionales. Y es precisamente aquí donde reside el gran atractivo de este deporte en la llamada afición, el pertenecer a un club, a una bandera o en último caso al equipo de tu propio país, te hace pertenecer a algo, recurriendo al viejo instinto natural en el hombre de aceptación tribal. Pertenecer a un equipo y defender sus colores, desear su victoria, es recurrir a los instintos ancestrales que nos han traído hasta la era moderna y seguimos teniendo profundamente interiorizados